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A propósito de la equidad de género

Cuando se vive bajo las directrices de un modelo, que define desde la economía global las reglas de interacción humana, dando prioridad a lo individual sobre lo colectivo se pone en tensión permanente la filosofía cooperativa. La elección es una práctica que sostiene el principio cooperativo de adhesión voluntaria, de manera que ante esta tensión tenemos el desafío de asumir conscientemente la elección desde los objetivos comunes y la ayuda mutua, aunque sabemos que la vorágine del modelo neoliberal va imprimiendo a la elección la idea de libertad a partir del individualismo que cobra una fuerza avasalladora que progresivamente va desdibujando la cultura cooperativa.

3 de julio de 2015

Por Verónica Sánchez Olguín, Representante del Comité de Equidad de Género de la Confederación Nacional Cooperativa de Actividades Diversas de la República Mexicana

En innumerables momentos se escucha dentro de las cooperativas el interés de sus integrantes para mantenerse dentro de ellas, con un sentido contractual que sustituye la idea de reciprocidad; esto se debe en muchas ocasiones a los condicionamientos estructurales que vamos aprendiendo y reproduciendo; así, las prácticas cotidianas van configurando nuestro pensamiento y nuestra cultura. En este sentido, el llamado de la Alianza Cooperativa Internacional a elegir lo cooperativo, es fundamental para poder acceder a la elección de la equidad, no sólo por las consecuencias que genera la inequidad, sino porque se trata de un llamado a reconocer nuestra esencia, para favorecer estructuras horizontales en las que la capacidad de influir en los otros sea la forma de ejercer el poder, que se exprese en la suma de esfuerzos y voluntades para generar valor, no en el ejercicio autoritario que busca el beneficio personal, por el lugar que se ocupa en las estructuras de sentido jerárquico; pues en todo caso, la jerarquía debe ser sostenida por la moralidad que exalta las cualidades visionarias y cooperativas de los líderes.

Para reconocer y promover esta riqueza social que caracteriza a las cooperativas, es necesario replantear el pensamiento y cultura de sus integrantes, lo que implica hacer revisiones de nuestras historias personales para identificar como nos hemos construido, bajo qué condiciones y códigos culturales hemos aprendido a ser mujeres y hombres, qué enseñanzas de nuestras generaciones anteriores representamos y cuál es la cultura que estamos heredando.

Equidad implica igualdad y justicia; y sobre cada uno de estos valores está el reconocimiento de la diferencia como un elemento en el que descansan las características personales y las condiciones particulares de cada quien, tener conciencia de los aprendizajes que nos acompañan es importante porque los ponemos en juego en la interacción con los demás.

La idea de elección cooperativa vinculada a la elección de la equidad tiene un especial significado que nos desafía a pasar del ideal subjetivo a la práctica objetiva, aportando nuestras diferencias, nuestros talentos e incluso nuestras dudas e incertidumbres, para organizar el trabajo basado en la colaboración y poder construir certeza.

Necesitamos impulsar el descubrimiento de la voluntad y el deseo individual y colectivo, para la construcción de una nueva identidad cooperativa, que transforme nuestro entorno socio cultural, político y económico desde una visión positiva y propositiva del poder; asumir la responsabilidad laboral de contribuir a generar una cultura renovada, orientada a mejorar las relaciones sociales en las cooperativas, que potencien su funcionamiento y nos permita incidir en conjunto a recuperar la identidad y enriquecer nuestros actos hacia prácticas con las que se haga visible la filosofía cooperativa.

Como comité de equidad de género cooperativo, hacemos un refrendo a la perspectiva relacional en la que mujeres y hombres asumamos la responsabilidad de fortalecer una cultura que permita la configuración de prácticas de reconocimiento e inclusión de ambos géneros en el desarrollo de nuestras organizaciones.

En 2013, Dame Pauline Green, presidenta de la ACI Mundial en su mensaje del Día Internacional de las mujeres nos comparte la idea de que “Construir un mundo mejor es permitir que cada persona desarrolle plenamente su potencial”, frase que condensa esta apuesta de la equidad de género en el contexto cooperativo.

Nuestra perspectiva es impulsar un modelo de pedagogía de género en el que la sensibilización, la promoción y la capacitación son clave para un proceso cultural de esta naturaleza que conlleva asumir la responsabilidad social de continuar el modelo cooperativo y su impacto se oriente a potenciar los talentos, las estructuras organizacionales y la proyección social con indicadores específicos del hacer cooperativo en pro de una nueva cultura personal, familiar, empresarial y social.

Sobre la autora: Representante del Comité de Equidad de Género de la Confederación Nacional Cooperativa de Actividades Diversas de la República Mexicana, CNC, SC de RL, Presidenta del Comité de Equidad de México ante el CREG, con estudios de Licenciatura en Trabajo Social por la UNAM, Maestría en Ciencias de la Educación por ETAC y Doctorante en Formación de Sujeto y Conciencia Histórica en IPECAL.